jueves, 1 de mayo de 2008

Al Margen/Manuel Padilla Muñoz

Al Margen



Por: Manuel Padilla Muñoz
NUNCA COMO AHORA la fauna política de nuestro país había sido tan cínica; es la misma ---se argumentará--, solo que, cuando menos, antes se guardaban las formas sociales. Hoy tenemos un “goberprecioso” (Mario Marín) en Puebla (“eres mi ídolo, mi rey”), un goberepresor en Oaxaca (Ulises Ruiz), un “goberlépero” en Jalisco (Emilio González Márques), un “gobernaco-chúntaro” en Coahuila (Humberto Moreira) y en Torreón, un “presi-tonto-loco” (José Ángel Pérez), que se echa encima cada bronca, que son de pronóstico reservado y siempre termina semi noqueado; no gana una. Está ya como el América: sin defensas, por eso está en el sótano. Si bien es cierto que los mejor de los tiempos idos es precisamente eso, que ya se fueron, también lo es que había políticos dignos de ser imitados y hasta algunos niños y jóvenes pretendían ser, de grandes, como alguno de ellos. ¿Quién no soñó en su juventud llegar a ser presidente municipal, gobernador o presidente de la República?
A decir verdad, hoy en día hay niños y jóvenes que quieren ser políticos. Es la enorme decepción de los padres que imaginan a sus hijos ser, protector de pederastas, como Marín Marín; asesino de miembros de la APPO, como Ulises (Ruin) Ruiz; léperos, como Emilio González y su guí espiritual, el cardenal Sandocal Iñiguez; nacochúntaro como Humberto Moreira o tonto-loco como José Ángel Pérez. No dudo que antes de permitir eso a sus hijos, esos padres preferirían desaparecer de este mundo antes de ver a sus hijos en la degradación. Y tienen toda la razón del mundo. Mucho se ha perdido la escala de valores sociales, sin duda alguna.

LA VANIDAD ES CA...ONA. Fíjese Usted si no. Una mujer, de 45 años, sufre un ataque al corazón y mientras está en la mesa de operaciones tiene una experiencia cercana a la muerte. Ve a Dios y le pregunta si en verdad se va a morir. Dios le dice que no, que va a vivir 30 ó 40 años más. Se recupera la mujer y decide aprovechar que, estando ya en el hospital para hacerse una liposucción en los muslos y el abdomen.
Después de 2 semanas, ya recuperada, pide un préstamo al banco para hacerse una cirugía estética. Se levanta las tetas (las bubis, les dicen ahora pero es lo mismo), aprovecha para agregar un poco de silicón en las nalgas (las “nachas”, pues), se arregla la nariz; póngale más tetas, un poco más de nalgas, más silicón en los labios, le dice al cirujano plástico; mas nalgas; fuera las arrugas y las patas de gallo. También se hace un tratamiento de varices y celulitis y paga por adelantado 120 sesiones de masajes; se engrapa el estómago para comer menos, se saca 2 costillas y realiza algunas otras artimañas posibles para rejuvenecerse... Piensa que si va a vivir 30 o 40 años más, mejor que se vea estupenda.
Cuando por fin sale del hospital, tras de su última operación, cruza la calle y... en la madre, que la atropella una ambulancia. Y al llegar al hospital... muere la mujer.
Nuevamente frente a Dios le pregunta: Pero bueno, ¡Tú me lo prometiste! ¿No que iba vivir 30 o 40 años más?
Pues sí ca... ona, pero no manches... ¡¡¡No te reconocí!!!

LUIS DOMINGO HOYOS, el famoso “Rey Bola”, fue el padrino para que el gobernador Humberto Moreira designara a Héctor Gaytán McGregor como director del Instituto Estatal del Deporte, ya se preveía que terminaría en actos de corrupción que ahora están aflorando y lo tienen en “la mira” de la Secretaría de la Función Púbica. Héctor Gaytán emezó su relación con “El Bola” cuando, siendo entrenador de futbol americano del Tec. De Monterrey, le compró los equipos de futbol americano que le vendió “El Bola” y que habían desaparecido de la PVC, donde el ex porro tenía un verdadero feudo.
En realidad, Héctor Gaytán nunca ha sido buen entrenador de futbol americano. Desde su posición como entrenador en jefe de los Borregos Salvajes del ECV. De Monterrey en la Laguna, en realidad nunca preparó a jóvenes jugadores. Se distinguía por “robarse” a los mejores jugadores de otros equipos, cuyos entrenadores sí formaban a sus muchachos, ofreciéndoles becas en la acreditada institución y los recibía ya preparados cuando muchos suponían que había sido trabajo de Héctor Gaytán. La complicidad de Héctor Gaytán con “El Bola” data, pues, desde las primeras correrías del ex porro que asoló la Universidad.
Tiempo después, esa complicidad habría de rendir frutos. Fue el propio Luis Domingo quien recomendó a Moreira a Héctor Gaytán, aquí en la ciudad de Torreón, para ser director estatal del deporte.
Hoy enfrenta serios problemas con las cuentas públicas de la dependencia que dirige. El periódico Vanguardia descubre en su edición de hoy como una tienda de ropa casual en esta ciudad fue la proveedora de uniformes deportivos solo porque el dueño es amigo de Héctor Gaytán y así lo reconoce. Estas trapacerías del binomio “El Bola”-Héctor Gaytán solo era cuestión de tiempo. Un corrupto recomienda siempre a otro igual de su condición.

Entre el “Rey Bola” y el cuervo mayor, difícil determinar cuál es más peligroso, aunque ambos lo son.
manuelpadillamunoz@hotmail.com

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