martes, 6 de mayo de 2008

!Fuego!/Lic. Consuelo Esquivel

¡Fuego!


Por la Lic. Consuelo Esquivel.
LOS CENTROS DE “REABILITACION” En días pasados unas jovencitas se escaparon de un Centro de Rehabilitación, llamado “Tierra Nueva”, acusando a un “Pastor” y a varios de los encargados, por abusos deshonestos, maltratos y violación, mismos que de inmediato fueron puestos a disposición de las autoridades. Desgraciadamente los “abusos deshonestos” no es un delito que se considera grave en el Código Penal del Estado de Durango, por lo quede inmediato, algunos de los acusados fueron puestos en libertad, pagando una fianza.
EL DELITO.- Cuando cualquier padre de familia, se entera que uno de sus hijos, ha sido atacado en su integridad, lo primero que se le viene a la cabeza es hacerse justicia por su propia mano, ya que los Códigos, protegen a estos abusadores, calificándolo como no grave, cuando todos sabemos que la víctima, nunca habrá de olvidar y vivirá con el trauma de que en su momento no hubo quien castigara a su verdugo.
ABUNDAN LOS CENTROS.- Estos establecimientos, que deberían estar regulados por las autoridades, prácticamente pueden hacer lo que se les viene en gana, y en muchas ocasiones quienes acuden a estos lugares en busca de rehabilitación, son atendidos en forma salvaje, con golpes, maldiciones, impidiéndoles por meses enteros ver a sus familiares y mucho menos pueden alcanzar su libertad; las habitaciones que ocupan se encuentran en pésimas condiciones, como el de “Tierra Nueva”, donde sanitarios y cocina, presentaban un aspecto no solo desagradable sino asqueroso.
¿QUÉ ESTAN GANANDO? Suponemos, que por el exagerado número de estas instituciones, han de ser muy productivas, pues no concebimos que sean unas “carmelitas descalzas” y tan lo han demostrado que no uno, sino en dos centros de rehabilitación, casi al mismo tiempo, los internos desertaron.
LA COPRISED.- Hasta ahora que sucedieron estos dos casos, nos enteramos que existe la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Durango, quien al enterarse, empezó a verificar para “tratar” de regular los establecimientos que operan como centros de rehabilitación o tratamiento contra adicciones, ya que por lo general, éstos operan fuera de la norma sanitaria, cosa que desde hace mucho tiempo debió haber hecho.
PERSONAL CAPACITADO.- No a cualquier hijo de vecino deberían permitirle establecer esta clase de instituciones, menos sabiendo que para ello se debe contar con personal médico capacitado, enfermeras, de trabajo social y un psiquiatra, porque la realidad es que, son tan incapaces quienes los dirigen, que por medio de la religión y “un encuentro con Dios”, quieren hacer que el adicto entre al redil, y si no es con palabras, vienen los garrotazos, los maltratos y los castigos, todo por la incapacidad de estas gentes. 0jalá que aparte de reformar los Códigos, para que se penalice como delito grave el abuso no solo a los menores, sino a cualquier persona que los sufra, se limite el número de centros que no cumplan con las normas. Así debe ser.
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(Continuará mañana

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