domingo, 11 de mayo de 2008

La columna de Fidencio Treviño Maldonado

Del Tintero

Día gris para algunas madres


A todas las Evas del mundo …con mucho amor y respeto
Por: Fidencio Treviño Maldonado
Rumaldo Carrión Valdez, vicioso y separado de su esposa, quien no pudo vivir en el calvario del desobligado y pernicioso semihombre, optó por dejarlo; de esto hace aproximadamente 11 años. Y ahora también, para beneficio de la humanidad, alejado de la sociedad; hace 4 años está en la cárcel. Rumaldo llegó a su casa, donde vivía con su madre. Era una mañana del 10 de mayo. Como casí siempre, el flojo venia en un estado inconveniente, amanecido, borracho, sucio y echando pestes con quien osara atravesarse en su camino. Su madre, una ancianita de 76 años, lo recibió como la madre amorosa, que son todas. Esta misma viejita lo conminó a que descansara y hasta empezó a prepárale un almuerzo, huevos revueltos con frijoles. Yo no quiero comer, lo que quiero es dinero para comprar unas caguamas, le dijo el mal hijo. La arrugada mano de su madre le tendió una moneda de 10 pesos que por el momento era todo su capital. Pinches diez pesos, ve con alguna vecina y pídele unos cincuenta varos y no regreses si no los consigues. Con esa orden salió la mujer de la vivienda y a los diez minutos regresó con las manos vacías- Nadie tiene dinero hijo, mejor come y acuéstate, más tarde haber si consigo algo de dinero. Rumaldo, al escuchar las palabras, se convirtió en un energúmeno y tomó de la blanca cabellera a su progenitora y la frágil figura fue a dar al suelo, ahí le propino una patada en el abdomen y fueron los vecinos, quienes ya presentían el desenlace y afortunadamente entraron a la casucha y detuvieron al hombre en el desigual pleito . La policía hizo acto de presencia y el mal hijo fue esposado y llevado sin más a la cárcel, mientras la anciana era atendida por los paramédicos de la Cruz Roja. Por la tarde, unos vecinos llevaron a la madre, aún golpeada, a la demarcación de policía y ante la agencia del Ministerio Publico, doña Chita (como la conocen los vecinos), abogó y argumentó que su hijo no sabía lo que hacia y que por favor se lo dieran. Rumaldo salio el día 13, al cumplir 72 horas detenido y al no haber denuncia en su contra, el vicioso no fue a su casa, sino que se dirigió a una piquera de mala muerte y aunque sin un centavo en la bolsa, para el trago nunca falta, en pocos minutos en una mesa departía con varios de su calaña. –Todos los de esta mesa van y chingan a su madre —dijo un compañero de tomada, palabra que brotó agigantada ante el montón de injurias y llevaderas soeces y propias de cantina – Con mi madrecita chula nadie se mete, cabrón –dijo Rumaldo acompañado la frase con un botellazo en la frente del que segundos antes se la mentó. El borracho cayó fulminado, lo que Rumaldo aprovechó para seguirle tupiendo botellazos y todo lo que estaba a su mano hasta que fue detenido por sus compañeros...El individuo murió ahí mismo. Rumaldo sólo dijo ante el juez que lo sentencio a 14 años –Es que sepa usted, señor licenciado, que con mi jefecita linda nadie se mete.
APRENDICES DE BANDIDOS
-No guey los Oxxos ya están muy vistos, mejor le caemos a una farmacia- dijo el joven que parecía el jefe de la banda, compuesta por tres mozalbetes. – ¿Ya le quitates las placas al carro?, pregunto Javis, quien era el cerebro del trío. Desde la tarde, aunque se enojó mi carnal. – No, pos ustedes dicen y le damos; pero primero hay que comprar una caguama por aquello de los pinches nervios ¿O no?, dijo el chofer. --¿Como ven esa farmacia?, les indicó uno de los ocupantes al pasar frente a un negocio. –No cabròn aquí no, está muy en el centro. Yo nomás quiero unos mil varos para llevarle algo a la jefecita, ya ves, hora es su día y pos andamos en pelo... Los aprendices de hampones gastaron varios litros de gas y el tiempo se les fue como agua en una mano abierta. Miren, ya sé donde hay dinero fácil, dijo Javis. –dale fierro al carro por el rumbo de los baños, en la Morfin, ahí hay un motelito y no hay pedo, podemos llegar, yo me escondo en donde voy, aquí atrás y ustedes se hacen pasar por una pareja.
¿Y la vieja, guey como le hacemos?, dijo el chofer. –Nombre, aquí vienen muchos jotos y al cabo a ustedes no los conocen y van a creer que son jotos y ya adentro esta muy fácil... El coche entró al motel mientras un encargado le daba entrada a uno de los cuartos. Javis se bajó y con un cuchillo amenazó al encargado y pidió las llaves-. –Tú no te muevas cabrón o te parto la garganta con el filero; y saca las llaves de los cuartos que ahorita nos vamos a bañar
Con el encargado del Motel llaves en mano y los dos mozalbetes atrás se dirigieron a los cuartos. El Chapo se quedó vigilando al de la caseta y a una mujer que ahí se encontraba. —Abre, ese cabrón y tu tambien entra, ordenó el que se hacia pasar por jefe del trío de maleantes. El cuarto número 14 fue abierto y la luz encendida, la pareja entretenida en pleno abrazo del sexo/negocio fueron sorprendidos y sólo un grito se escuchó en todo el Motel El matador. MAMÁ, Javis había gritado cuan aire le daban sus pulmones, al ver a su madre en la cama con un desconocido. La menos sorprendida fue la madre del líder de la banda. --Apaguen esa pinche luz y salgan todos del cuarto y tu –señalando a su hijo—, espérame afuera. Ya en el coche de regreso a su casa el chofer manejaba despacio, el copiloto llevaba la cachucha sumida hasta los ojos y Javis, junto con su madre en el asiento trasero. ¿De dónde crees, cabrón, que sale para tus tenis y ropa de marca, quien gana el dinero para que el guey de tu padre tenga una tele de 50 pulgadas y sólo esté rascándose los huevos y tomando cerveza cuando ve a los putos que le dan patadas a una pelota? ¿He?. lo que me gano en 7 minutos en eso, es lo que saco apenas en una semana de 40 horas en la maquila y; tu Chapo, ¿de dónde crees que tu hermana Yolis y tu mamá pagan la renta y te dan para que compres caguamas.. ¿Tonces pinche trío de cabrones? píquele pa´la casa y nunca roben pequeñeces; siempre vean pa arriba pendejos. ---kinotre@hotmail.com


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