lunes, 26 de mayo de 2008

No cesa la brutalidad policiaca de los agentes de la DSPM

Esto hace la “Mejor Policía del norte de México”
No cesa la brutalidad policíaca
De los agentes de la DSPM


Por: Manuel Padilla Muñoz
Los oficiales de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de apellidos Marentes Quistian, Narcot y Barrera Enciso, este último apodado “El Pájaro”, han sido acusados de abuso de autoridad, golpes, tortura y lesiones en contra de Omar Velásquez Sánchez, que no se salvó de la brutalidad policíaca ni porque hace tiempo fue su compañero en la DSPM.
La denuncia ha sido presentada en Asuntos Internos de la propia DSPM, en la delegación de Derechos Humanos, cuyas copias tenemos en nuestro poder y hoy será presentada en la Procuraduría de Justicia del Estado de Coahuila, delegación Laguna I.
De acuerdo a la denuncia presentada al director de Asuntos Internos de la DSPM, Mario Esteban Arcos Landeros, los hechos sucedieron el pasado miércoles 26 de mayo, a las 22:30 horas, en la colonia Nueva Corona, al oriente de la ciudad.
Asienta el señor Omar Velásquez Sánchez, de 23 años de edad, que su pareja, de nombre Emilene García, labora como agente de la DSPM y está separa de ella pero procrearon una hija. Al parecer, Emilene es ahora amante del oficial Marentes García.
El caso es que el día y hora antes mencionado, Omar Velásquez Sánchez, esperaba el paso de su ex pareja para preguntarle sobre el estado de salud de su pequeña hija. La agente de la DSPM pasó por el lugar sin hacerle caso.
Minutos después, cuando se dirigía a su casa, Omar fue alcanzado en la avenida Presidente Carranza por una patrulla conducida por los oficiales de apellidos Nacort y Barrera Enciso, alias “El Pájaro”. Asegura que los conoce porque hace tiempo labro+ó como agente de la DSPM y fueron sus compañeros.
Estos dos sujetos lo subieron a golpes a la parte trasera de la patrulla, lo golpearon y esposaron, a pesar del argumento de que no había cometido delito alguno ni falta administrativa que ameritara su detención.
Los malos oficiales se llevaron al detenido a un lote baldío de por la avenida Juárez donde siguieron golpeándolo. Ya se encontraba ahí el automóvil de la oficial Emilene, un Neón color blanco, pero lo traía el oficial Marentes Quistian.
Este oficial “encajueló” a Omar y después de echarle gas lacrimógeno, lo “paseo” por cierto tiempo encerrado en la cajuela de un Chevy color gris.
Finalmente lo llevaron a un lote baldió al oriente de la ciudad, que ahora se sabe es cerano al Ferropuerto, donde llegó otro vehículo y le entregó a Marentes Quiistian dos armas de fuego, una corta y un R-15.
Luego, empezó a torturarlo, además de golpes y patadas en el cuerpo a Omar, Marentes Quistian, le metió el cañón en la boda al tiempo que le decía que no lo iba a matar porque lo conocía por haber sido compañero en la DSPM, pero que empezara a correr en despoblado. Para esto ya era bastante noche y no había claridad. Omar comprendió que lo querían “cazar” y de todos modos empezó a correr rumbo a donde veía a lo lejos un edificio.
En el trayecto, entre mezquites y otros árboles, Marentes Quistian le disparó varias veces a Omar Velásquez pero, afortunadamente, por lo oscuro de la noche, no le dio ni un tiro.
Todo sangrado alcanzó a llegar a una malla de los terrenos del Ferropuerto donde lo auxiliaron los agentes de esa empresa, que traían sus armas y cuando les contó que lo querían “cazar”, los del Ferropuerto trataron de buscar a los agresores pero los oficiales de la DSPM nunca aparecieron ya.
Fue cuando, por las heridas recibidas con los armas en el cuerpo y en la cabeza y el esfuerzo de correr en la noche, Omar perdió el conocimiento y lo recobró cuando se encontraba dentro de una ambulancia de la Cruz Roja que le prestó auxilio llamada por los guardias del Ferropuerto.
De la Benemérita Institución, Omar Velásquez salió hasta las cinco de la mañana del día siguiente.
El caso que relatamos, hace suponer que muchos de los crímenes ocurridos en la región no son todos obra de los “Zetas” sino que también los cometen grupos de agentes de la DSPM y luego, ante la psicosis actual, pretenden culpar a los sicarios del crimen organizado. A rió revuelto...
Horas después de haber salido de la Cruz Roja, Omar Velásquez, presentó su queja ante Derechos Humanos donde fue atendido por el visitador, licenciado Manuel Isaac López Soto, quien levantó el acta respectiva para su investigación.
En Asuntos Internos de la DSPM batalló mucho para que lo atendieran y forzados, tuvieron que recibir la denuncia marcada como “Queja:150/2008”. De ambas, Vespertino tiene copias.
Hoy, el licenciado Baltazar Velásquez, padre de Omar, presentará la denuncia formal en la Procuraduría de Justicia del Estado, Laguna I, ante el agente del Ministerio Público de delitos cometidos por los servidores públicos.
Esto es solo una muestra más de lo que hace la mal llamada “Mejor policía del Norte de México” por el alcalde panista José Ángel Pérez.

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